Estábamos festejando el Oktoberfest que organiza el club Lupuleros y no me sentía muy bien, lo más extraño es que no se me antojaba la cerveza, mi esposo que también es integrante del club me preguntó si no existía la posibilidad de estubiera embarazada, me fui al carro a descansar un poco y llegando a la casa me hice la prueba, ¡efectivamente estaba embarazada!
En mi primera cita con el ginecólogo, quien ya sabe que soy una amante de la cerveza, me prohibió tomar alcohol el primer trimestre, y a partir del segundo trimestre me permitieron tomar una cerveza a la semana, pero honestamente, ¿una vez a la semana? No me quita el antojo, uno que hace homebrew, con un keezer en casa, un esposo chelero y podría seguir sumándole razones, de todo lo que me antoja una buena chela frecuentemente, respeté lo que me dijo mi ginecologa, pero no no deje de hacer homebrew, incluso empecé a hacer más y claro, cambié algunos hábitos.
Mi primer equipo de homebrew, era una olla a presión, dos hieleras, utilizabamos el horno de la cocina y unas resistencias para poder llegar al hervor, en resumen todo es muy manual, tomar tiempos con el celular y la temperatura constantemente con el termómetro. Mis primeras cocciones embarazada me hizo pensar que este método aparte de ser más tardado y laborioso, también lo sentí más peligroso teniendo un niño en casa, así como el temor que al ser más complejo estaría haciendo menos cerveza de lo normal. En el club tengo varios compañeros que tienen equipos todo en uno, como BrewZilla o GrainFather (tenemos un artículo que les recomiendo leer); los retos que organiza el club en equipos, me han dado la oportunidad de conocer y elaborar cerveza con ellos, lo que nos hizo decidirnos comprarnos uno (adios aguinaldo…). Tener ahora un BrewZilla en casa me ha hecho cocinar mucho más de lo que cocinaba con mi equipo anterior, pero esto no me ha quitado el antojo de tomarme una chela, mucho menos cuando estoy cocinando por que es cuando más se me antoja, ¿Qué es lo que hago?
Una de las opciones es comprar cerveza sin alcohol, en México lo más fácil de encontrar son Corona y Heineken, con precio accesible, un six lo podemos encontrar en $80 pesos mexicanos (4 USD) aproximadamente, o si queremos opciones más artesanales podemos encontrar Old Milwaukee o Hoegaarden, en $180 pesos mexicanos ($9 USD) aproximadamente el six o Erdinger en $500 pesos mexicanos ($25 USD). Si las cervezas comerciales no los convencen, probablemente en michelada (preparado de clamato, con salsas negras y limón) sí, he hecho la prueba con varias amistades y no se han dado cuenta que les he dado una michelada con cerveza sin alcohol. Como dato cultural en México no existe una clasificación oficial para las cervezas sin alcohol, sin embargo, en la Unión Europea y en Estados Unidos son aquellas con menos de 0.5% grados de alcohol, y en Reino unido con menos de 0.05%.
Otras opciones de bebida que no son cerveza pero a mi, me ayudan a quitarme el antojo en algunas ocasiones y también las disfruto son los refrescos o el agua de lúpulo, también conocidas como hop water. En México solo he probado una, de Misterios de Marakame, bastante refrescante, sin embargo, también son fáciles de hacer y como bono extra también son libres de gluten. La receta que he elaborado y me gustó es la siguiente:
Ingredientes:
- 2 tazas de agua
- 1 cucharada de lúpulo (menos de 10 gramos)
- Agua con gas (agua mineral)
- Jugo de 2 limones (opcional y al gusto)
Proceso:
- Se calienta el agua a 70°C
- Se agrega el lúpulo a una tetera (yo utilicé una prensa francesa)
- Se agrega el agua a la tetera, y se deja reposar entre 5 -10 minutos (si te gusta que el sabor a lúpulo sea intenso déjalo 10 minutos, si no con 5 minutos es suficiente)
- Retiras el lúpulo, y en puedes agregar el limón si gustas.
- Sirve en partes iguales la infusión y agua mineral.
- ¡A disfrutar!
Y finalmente la mejor opción, pero más tardado es hacer tu propia cerveza sin alcohol, donde la elaboración es igual a la de una cerveza, pero se elimina el etanol a través de algún proceso, par un homebrew hay dos procesos sencillos que conozco. El primero es la filtración, donde en el proceso del mosto ya fermentado se hierve para eliminar el alcohol y el segundo es por dilución, básicamente agregar más agua al mosto para reducir el grado de alcohol. Las cervezas sin alcohol no se encuentran dentro de la Guía de estilos de la BJCP, así que no hay una descripción oficial para saber si “cumple o no” tu cerveza. Pero el detalle de cómo elaborarla será otro tema de conversación más adelante.
Espero que todos los homebrewer y amantes de la cerveza no se desanimen si serán papás próximamente o si por otra situación no pueden tomar alcohol temporalmente ¡Salud!